Antecedentes

Si encuentras un lugar cómodo en el que sentarte o esperar de pie unos minutos, te contaré algunas cosas sobre los artistas y cómo llegaron a vivir y trabajar aquí. Después, iremos al estudio y luego a la casa.

Mientras miras hacia el este, en donde está el arroyo, intenta imaginar la vista sin ninguno de los árboles o arbustos que han crecido naturalmente desde 1945, cuando Jackson y Lee se mudaron a este lugar. Ese paisaje amplio, y el entorno apacible de la comunidad rural de Springs, fueron poderosas atracciones para la pareja, que había pasado la mayor parte de su vida adulta en la ciudad de Nueva York. Jackson nació en Cody, Wyoming, en 1912, y creció en Arizona y California, pero en 1930, a los 18 años, se mudó a Manhattan para estudiar con Thomas Hart Benton en la Art Students League. Lee era nativa de Brooklyn, nacida en 1908. Ella era unos tres años mayor que Jackson. También dejó su casa siendo adolescente para estudiar arte en Manhattan, en el Cooper Union y en la National Academy of Design.

Durante la Gran Depresión de la década de 1930, tanto ella como Jackson trabajaron en la Works Progress Administration, o WPA, un programa federal de trabajo verdaderamente ilustrado. 

Para ese momento, el 25% de la fuerza laboral de la nación estaba desempleada. La WPA había sido diseñada para ayudarlos a regresar al trabajo. El programa contrataba a personas para construir parques y carreteras, además de todo tipo de obras públicas, pero también contrataba a artistas, escritores, actores y músicos para hacer trabajos creativos. Este programa duró de 1935 a 1943 y les ofreció a miles de artistas un salario digno y la libertad de desarrollar sus carreras sin preocuparse por vender su arte, debido a que el gobierno compraba las obras. 

Al principio, Jackson trabajaba siguiendo el estilo de su antiguo profesor, Benton, que pintaba escenas del oeste americano. Pero, mientras que el objeto de estudio de Benton venía de su propia experiencia doméstica, sus teorías sobre la forma y la composición habían sido adoptadas de los antiguos maestros europeos, y alentaba a sus alumnos a que los estudiaran también. Jackson se esforzó mucho en aprender los aspectos básicos, pero siempre había algo muy personal y una calidad expresiva en su arte, por lo que incluso sus pinturas de paisajes americanos tenían turbulentos trasfondos emocionales.

Las primeras pinturas de Lee eran más tradicionales, pero pronto se interesó en el arte moderno. Después de haberse graduado de la academia, experimentó con el surrealismo y la abstracción geométrica, y posteriormente regresó a la escuela para estudiar con Hans Hofmann, un profesor alemán que había llegado a Nueva York a principios de la década de 1930. Hofmann enseñaba los principios del cubismo y Lee se convirtió en una cubista devota. Pintaba muchas naturalezas muertas, con colores planos y formas abstractas, reduciendo todos los elementos a lo esencial. 

Al principio, Jackson trabajaba siguiendo el estilo de su antiguo profesor, Benton, que pintaba escenas del oeste americano. Pero, mientras que el objeto de estudio de Benton venía de su propia experiencia doméstica, sus teorías sobre la forma y la composición habían sido adoptadas de los antiguos maestros europeos, y alentaba a sus alumnos a que los estudiaran también. Jackson se esforzó mucho en aprender los aspectos básicos, pero siempre había algo muy personal y una calidad expresiva en su arte, por lo que incluso sus pinturas de paisajes americanos tenían turbulentos trasfondos emocionales.

Las primeras pinturas de Lee eran más tradicionales, pero pronto se interesó en el arte moderno. Después de haberse graduado de la academia, experimentó con el surrealismo y la abstracción geométrica, y posteriormente regresó a la escuela para estudiar con Hans Hofmann, un profesor alemán que había llegado a Nueva York a principios de la década de 1930. 

ofmann enseñaba los principios del cubismo y Lee se convirtió en una cubista devota. Pintaba muchas naturalezas muertas, con colores planos y formas abstractas, reduciendo todos los elementos a lo esencial. 

Se unió a American Abstract Artists, un grupo que creía que los americanos que trabajaban en estilos de avanzada merecían tanta atención como sus pares en Europa, y comenzó a ser conocida como una de las modernistas jóvenes más destacadas en Nueva York. En 1939, fue promovida a artista senior en la WPA.

Pero la WPA estaba bajo el ataque de los conservadores, que la consideraban un desperdicio del dinero de los contribuyentes y un caldo de cultivo para el pensamiento radical. Después de que Estados Unidos se incorporó a la Segunda Guerra Mundial en diciembre de 1941, los artistas de la WPA recibieron la asignación de hacer afiches y presentaciones para apoyar los esfuerzos de la guerra. Lee supervisó uno de esos proyectos y Jackson trabajó en el mismo a su lado. Se habían encontrado unos años antes en una fiesta, pero no llegaron a conocerse sino hasta 1941, cuando ambos fueron invitados a presentar su trabajo en una exposición de pintura moderna francesa y americana. Cuando Lee visitó el estudio de Jackson por primera vez ese noviembre, quedó muy asombrada por el poder de su trabajo. 

VOZ DE LEE KRASNER: 

Él estaba a una cuadra de distancia, entre University y Broadway. Me apuré hacia el lugar, que era en el quinto piso de un edificio, y probé tocar la puerta, alguien la abrió y ese era Jackson Pollock. Y le dije: «estoy en la exposición Graham», así que nos presentamos. El sitio en el que había entrado era su estudio, y me dijo «pasa», y ciertamente eso hice, observando el espacio a mi alrededor. Sentí la presencia de una fuerza vital de la que nunca había sido testigo antes y lo expresé.

Los dos artistas se enamoraron y decidieron vivir juntos en el apartamento de Jackson, en East 8th Street en el Greenwich Village. El arte emocional y dinámico de Jackson tuvo un profundo efecto sobre Lee, le permitió descubrir que su propio trabajo estaba demasiado atado a la teoría y no era lo suficientemente espontáneo. También se dio cuenta de que Jackson necesitaba mucha ayuda para gestionar su vida. Había sido alcohólico desde que era adolescente y pasaba por períodos de consumo elevado que le impedían trabajar. También tenía cambios frecuentes de ánimo y había estado recibiendo tratamiento psiquiátrico durante muchos años. Entonces, mientras Lee luchaba por encontrar dirección en su obra, también estaba lidiando con los problemas de Jackson e intentando promover su trabajo. 

Pero tenía una fuerte voluntad y estaba dedicada a él. Lee creía que Jackson era un genio y hacía lo mejor que podía para que personas importantes dentro del mundo del arte estuvieran de acuerdo con ella. Sus esfuerzos de promoción se vieron recompensados cuando Jackson recibió el apoyo de Peggy Guggenheim, una excéntrica coleccionista, marchante y mecenas de arte que le dio su primera exposición individual en 1943, y comenzó a pagarle una remuneración mensual. Gracias a la promoción de Lee y al apoyo de Peggy, la gente comenzó a hablar de esta notable revelación y su retador arte abstracto, lleno de formas agitadas y símbolos crípticos.

Tenía una ubicación muy buena cerca del agua y un pequeño cobertizo que podía convertirse en un excelente estudio. El precio eran cinco mil dólares, que era mucho dinero en esa época, especialmente debido a que estaban quebrados. Para financiar la compra, pidieron prestado los dos mil dólares de la cuota inicial a Peggy Guggenheim, que continúo ofreciéndole una mensualidad a Jackson. A cambio, él le debía todo su trabajo, aunque tenía derecho a quedarse una pintura al año. Este trato le permitió a Jackson tener una casa propia, un ingreso pequeño pero estable y la libertad de alejarse de lo que consideraba el desgaste de la ciudad. A cambio, Peggy potenció la carrera de Jackson vendiendo su trabajo para recuperar el dinero de la inversión. El contrato se mantuvo vigente hasta 1947, cuando Peggy cerró la galería y se fue a Europa.

En la película «Pollock», ganadora de un Oscar y protagonizada por Ed Harris, que fue grabada en una locación cercana a este lugar, hay una escena en la que Jackson y Lee se mudan a la casa durante una tormenta y tienen que tomar un descanso porque han perdido la llave. Eso se acerca bastante a lo que sucedió realmente, de acuerdo con Lee, que también recordaba que, al no tener agua caliente y solamente estufas de carbón para calentarse, el lugar se alejaba mucho de las comodidades de su apartamento en Nueva York. 

VOZ DE LEE KRASNER: 

Bueno, cuando nos acabábamos de mudar en el cuarenta y cinco esto era, uh, veamos, ¿cómo puedo describirlo? No sé cómo explicarlo, era un infierno, para decirlo suavemente, al menos para mí. Por ejemplo, estábamos en el período de la guerra, por lo que no podíamos abastecernos de combustible. Tampoco teníamos agua fría, agua caliente o baño. No, era un lugar difícil, no es lo que la mayoría de los artistas conocen en la actualidad.

Pero ellos estaban decididos a conseguirlo. Lee señaló un área de trabajo cerca de la estufa del salón y Jackson convirtió una habitación pequeña del piso de arriba en un estudio. Durante la primavera, comenzaron con la remodelación del cobertizo, que había sido construido para almacenar equipos de pesca. Todavía se puede ver el piso de concreto original en el césped detrás de la casa. Primero lo movieron veinticinco yardas hacia el norte, abriéndolo a la vista del agua. Pusieron un piso de madera y una ventana grande en el norte, pero no hubo calefacción ni luz eléctrica hasta 1953, cuando Jackson volvió a renovar el edificio. Entonces, el cobertizo fue su estudio durante casi diez años, desde 1946 hasta que murió en 1956. Después de su muerte, Lee lo utilizó hasta que falleció en 1984. Vamos a darle un vistazo.